sábado, 17 de octubre de 2009

Los de siempre, con lo de siempre.

Fuera sopla el viento, fuera está lloviendo, aullidos aterradores, gritos descontrolados; la España Negra, ha vuelto a ladrar en las calles, esta vez contra el derecho de las mujeres a decidir.

Las imágenes tan habituales de la derechona reaccionaria desfilando por Madrid sábado tras sábado eran algo ya habitual en la legislatura pasada. Gente con poca cultura, banderas anticonstitucionales, odio, rencor, y una escusa para ladrar contra el gobierno legítimamente elegido por España, para ladrar porque la soberanía nacional les había arrebatado lo que la derecha se cree que le pertenece por derecho divino: el poder, y en caso de España, también nuestro país. Hoy la derecha, tras meses de calma por el repaso que le dimos los electores en las urnas a sus pretensiones, vuelve a salir a la calle. La escusa el aborto, la realidad, vociferar contra el presidente legítimo, calumniar, y difamar. La derecha no quiere enterarse de que el aborto está muy asumido por el sistema y muy aceptado por la sociedad, y lo sabe porque en el poco tiempo que gobernaron ellos, en España se produjeron más de medio millón de abortos, y nadie salió a gritar, y nadie llamó "genocida" a Aznar.

Cuando el gobierno pretende reformar una ley asumida por todos, porque tiene fallos y defectos, cuando el gobierno pretende mejorar lo que sin duda es un drama para cualquier mujer, cuando el gobierno quiere dar seguridad jurídica, la derecha reabre un tema más que cerrado, con el único fin de despotricar contra el Presidente y su gobierno.

No nos puede producir otra cosa que risa los movimientos "provida", como si los demás no lo fuesemos, como si a los demás nos encantase el aborto. El aborto es un fracaso, es un punto extremo que hay que evitar a través de una buena educación sexual -a la que la drecha también se opone-, pero no podemos cerrar los ojos ante la realidad. El aborto es un hecho, está ahí y seguirá estando, por lo que es preciso regularlo, para lo que es un drama no se convierta en dos con el sufrimiento innecesario de la madre. Ya acabamos con los tiempos oscuros donde se iban a abortar a otros países, donde se hacía en clínicas clandestinas sin ningún tipo de control, donde se ponía en riesgo la vida de la madre, eso ya pasó, y menos mal.

Así que, a pesar de los de siempre, seguimos avanzando, seguimos cogiendo los problemas de frente y afrontándolos con valentía y con el único propósito de ahorrar sufrimiento inncesario a los seres humanos.

Vosotras parís, vosotras decidís.

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