martes, 2 de abril de 2013

Tópicos penales.

Siempre que hablo de este asunto -política penitenciaria, tiempo de reclusión del reo- me cuesta una bronca con amigos, conocidos o respetable en general. Es sin duda un tema que levanta las más bajas pasiones del ser humano, y es que la percepción general de la opinión pública española sobre nuestras leyes penales y política penitenciaria se basan en cuatro tópicos repetidos hasta la náusea y azuzados por los medios de comunicación -que buscan audiencia, no justicia- tópicos que por más que se repitan siguen siendo falsos y desmontables con un simple estudio de la realidad penal de nuestro país. Además estas falsas creencias son muy dañinas para la democracia y para la convivencia pacífica, por lo que aquí intentaré desmontarlos.

Primer Tópico: "Entran por una puerta y salen por otra". Este disparate está muy extendido en la sociedad española y su parecido con la realidad no se da ni por casualidad. Cada delito lleva emparejada una pena principal que el autor del hecho delictivo deben cumplir sin excusas, con independencia de que luego existan circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, es decir, los conocidos como agravantes o atenuantes que pueden alargar o disminuir la pena. Por poner un ejemplo, un atenuante puede ser actuar bajo los efectos del alcohol -disminuiría la pena principal aparejada al delito cometido- y un agravante sería por ejemplo obrar con abuso de confianza -aumentaría la pena principal aparejada al delito cometido-. Llevamos tan solo unas líneas y  podemos comprobar que para alguien que es ajeno a la ciencia jurídica la cosa se puede ir empezando a complicar. Esto demuestra que detrás del titular fácil "Condenado a dos años de cárcel por robar 4 barras de pan" o "Libre tras matar a un conductor" se encuentran una seria de factores lógicos y racionales que han determinado la pena del culpable. Pero es mucho más sencillo quedarse en el titular y no pensar, no ponerse a indagar sobre las verdaderas circunstancias que han rodeado dichos sucesos, pero sobre esto iremos más adelante.

Los tópicos en general devienen de la falta de conocimientos sobre una materia, y en este caso no se da la excepción. Este primer tópico de entrar por una puerta y salir por otra se ve reforzando por la llamada prisión preventiva. En España, como en cualquier democracia, todo el mundo es inocente hasta que una sentencia de culpabilidad recae sobre el acusado. Muchas veces en los medios de comunicación se habla del autor de un delito que tras la detención ha quedado libre ¿¡qué cachondeo eh!? Pues no, esta libertad responde ni más ni menos que a varios derechos fundamentales recogidos en nuestra Constitución. La libertad es el eje central sobre el que se construyó y gira nuestra democracia, y por tanto cuando invadimos ese espacio estamos tocando la espina dorsal del marco que nos dimos para convivir, es por esto que doblegar este derecho es algo es taxativo y excepcional. Una persona no puede ir a prisión hasta que ha se le ha condenado, porque hasta ese momento es tan inocente como el que escribe esto o como el que lo lee. Por tanto el que "entra por una puerta y sale por otra" si finalmente es culpable acabará entrando para salir tras un periodo largo de reclusión, aunque esto no lo escuches por la TV. Aún así la ley ha previsto casos en los que antes de demostrar la culpabilidad del autor, éste puede pasar un periodo en prisión, que es lo que se conoce como la prisión preventiva. Esta medida cautelar es, insisto, excepcional. Viene regulada en la Ley de Enjuiciamiento Criminal -LeCrim en adelante- y para que un juez la pueda decretar debe de observar unos requisitos determinados. Al ser una medida que doblega un derecho fundamental el ordenamiento jurídico es exquisito y exigente para que esta se aplique, y es lo lógico en un sistema democrático y garantista, de lo contrario seríamos una monarquía bananera. Estos requisitos son básicamente dos: A) fumus bonis iuris: es decir, que conste en la causa la existencia de hechos que presenten los caracteres del delito, que existan motivos bastantes para creer responsable del delito a la persona, y que el delito lleve aparejada la pena de prisión igual o superior a dos años. B) Periculum in mora: solo cabrá prisión provisional para: asegurar la presencia del imputado (peligro de fuga) o evitar que el imputado altere o destruya las pruebas. NUNCA, NUNCA, se podrá imponer prisión provisional de modo ejemplarizante, por alarma social o como adelantamiento de la pena, porque esto sería partir de la culpabilidad del autor violando entonces la propia Constitución española.
Por tanto se deben dar los requisitos que establece tanto el  fumus bonis iruis como el periculum in mora, de otra forma no se podrá meter en prisión a nadie hasta que no haya habido sentencia contra él.

Segundo tópico: "España tiene penas bajas": Desmontar este tópico es tan fácil como acudir a las leyes penales de España y de los países que nos rodean y leerlas. Argumentan algunos que países como Alemania o Italia tiene la cadena perpetua, pero lo cierto es que donde en la práctica mayor pena se cumple es en España. Aquí el tiempo máximo que una persona puede estar en la cárcel es de 40 años, es decir, una cadena perpetua en toda regla, sin embargo, en Alemania su Tribunal Constitucional ha obligado a revisar dicha condena a los 15 años de la misma, porque como señala el Catedrático de Filosofía del Derecho José Ignacio Lacasta-Zabalza en su artículo "Demagogia penal y penitenciaria" "la doctrina criminalista estima que, después de quince años, se producen en el físico y en la psique del reo (literalmente) “daños irreversibles en su personalidad” y su “destrucción como ser social”. Tal y como, hace ya mucho tiempo, lo denunciara con brillantez el penalista Enrique Gimbernat ante la reforma del Código de 1995 por su incremento de los castigos de larga duración." Además España tiene una población reclusa altísima pese a que es un país con tasas de criminalidad menores que los países del entorno, y esto se debe efectivamente a lo elevado de sus penas. Es tan sencillo como abrir el código penal -que es lo que a la postre se aplica- leerlo y dejar la intoxicación mediática de lado.

Tercer Tópico: "Las cárceles son hoteles 5 estrellas":  Esto viene dicho por gente que jamás ha pisado una cárcel, y que por lo general tiene poca idea o ninguna sobre la política penitenciaria. En cualquier caso, si cuando vas a una cárcel esperas encontrarte ratas, presos hacinados, o cosas similares a las que se ven en en la película del Hombre con la máscara de hierro creo que te llevarás una decepción. Efectivamente las cárceles de un país democrático y moderno como España intentan ¡y digo intentan! estar limpias, higiénicas y cumplir con unas condiciones mínimas que respeten la dignidad humana. El castigo de cárcel es solo la privación de libertad, no la privación de ningún otro derecho, aunque en realidad es mucho más que la privación de libertad. Un reo en una cárcel está sometido a un auténtico régimen estricto de disciplina. Tiene que levantarse todos los días a la hora establecida, tiene que comer y cenar todos los días a la hora establecida -la calidad de la comida os la podéis imaginar- y debe andar a la cama también a una hora establecida. Esto es una situación de vida verdaderamente insoportable y que si se aguanta es por ese aprecio a la vida que en general tenemos todos los seres humanos.

Cuarto tópico: "Se necesitan endurecer las penas para evitar delitos": Siempre que hablamos de penas salen a relucir los mismos casos: Marta del Castillo, José Bretón, Sandra Palo y Lucía. Son casos absolutamente excepcionales, en España no tenemos un problema de criminalidad, en España no se comenten horribles crímenes sanguinarios todos los días, no. Son casos sonados que están todos los días en la televisión y que contribuyen a que el pueblo enfurecido exija venganza, pero son casos excepcionalísimos. Nuestro ordenamiento jurídico-penal tiene armas suficientes para defenderse ante tan horrendos crímenes. El endurecimiento de las penas responde al llamado Derecho penal simbólico, que no es sino plegarse a los deseos de venganza contra el sentencidado pero que en absoluto resuelve los problemas de criminalidad. De sobra es sabido que en la lucha contra ETA las mejores armas no fueron la pena de muerte o los GAL, de sobra es sabido que en los países con penas mucho más duras o penas de muerte se haya resulto el problema de la criminalidad. Endurecer las penas no evita que se sigan cometiendo crímenes horribles, el endurecimiento de la pena solo responde a un deseo pasional de venganza que no debe regir en absoluto en el ordenamiento jurídico, que se debe regir por la razón y por el conocimiento científico.

En los casos de Marta del Castillo o Sandra Palo además se da el hecho de que se vieron involucrados menores de edad, por lo que todo lo dicho aquí queda inválidado, pues el Código Penal solo se aplica a los mayores de 18 años. La ley penal del menor es, por razones obvias, mucho más suave que el Código Penal. En mi opinión se debería bajar la edad penal a los 16 años, pero no por estos casos mencionados sino porque creo que la mayoría de edad se debería establecer en España a los 16 años (votar, beber e ir a la cárcel).

Casos prácticos: Muchas veces leemos titulares que nos escandalizan, por ejemplo: "Condenado a 6 años de prisión por robar dos barras de pan" o "Condenado a 2 años de prisión tras matar a una persona con una maza".

Pues bien, en el primer caso si alguien entra a una panadería a robar pan amenzando, gritando y con todos los elementos de un robo con violencia tiene una pena aparejada de 2 a 5 años. No se le condena por robar dos barras de pan, se le condena por un robo con violencia e intimidación. Además, en el robo puede que se haya dado una agresión a la dueña que se resistió (falta o delito de lesiones) puede que el ladrón haya encerrado a la dueña durante un breve periodo de tiempo para cometer mejor su delito (delito de detención ilegal) y además puede que haya amenazado de muerte a la dueña (delito de amenazas). Si juntamos todos estos delitos, efectivamente nos sale una pena jugosa.

En el segundo caso, se puede dar que un irresponsable esté en medio de la calle jugando a balancear una maza y de repente se le escape y mate a una persona. En este caso se trataría de un homicidio imprudente y estaría penado con 1 a 4 años de cárcel, pero es que además se pueden dar atenuantes (el hombre iba borracho, el hombre ayudó al esclarecimiento de los hechos) por lo que la condena se le rebajaría de forma sustancial.

Siempre que se dan titulares de este tipo hay cosas detrás como las que acabo de ilustrar. Nuestro código penal es, por lo general, un texto lógico, razonado y coherente que no castiga con más prisión hechos menos grave que aquellos que son más graves. Pero lo más sencillo es quedarse en el titular, despotricar contra todo y no pararse a pensar y a razonar. Debemos como ciudadanía conocer las leyes, y debemos como seres humanos pensar por nosotros mismos y no dejarnos llevar por la opinión mayoritaria o por aquello que nos digan los medios de comunicación.

jueves, 21 de febrero de 2013

Breve guía para no perderse en las elecciones italianas.

En pocos días la ciudadanía italiana tiene cita con las urnas. Estas son unas elecciones de vital importancia donde no solo son los italianos son los que se juegan su futuro, en parte también Europa, y sobre todo los españoles. Ambos países arrastran problemas similares y la prima de riesgo está a niveles parecidos. Lo que hoy ocurra en Italia influye más que nunca en España y lo que hoy ocurre en España influye más que nunca en Italia. Es lo que en esta crisis europea conocemos como el efecto contagio. Pero sin darle más vueltas, vamos a dar cuatro pinceladas básicas para poder seguir con más facilidad estas apasionantes elecciones.

1. ¿Quién es quién?
Italia es un país con una gran variedad de partidos con representación y peso, al contrario de lo que sucede en España, que, si bien es mejor hablar de un multipartidismo moderado, de facto la ciudadanía y los medios hablan de bipartidismo por la fuerza del PP y del PSOE, y la cierta estabilidad que otorga nuestra ley electoral para que uno de ambos gobierne sin mayores problemas. Pues bien, en Italia tenemos, digamos, dos partidos con mayor peso: el PD -un partido heredero de la antigua coalición del olivo y que nace en 2007 para aglutinar el movimiento de centro izquierda-, y el Pdl -partido de derechas, el partido de Berlusconi- Pero ambos partidos, insisto no se pueden equiparar a la fuerza y al peso que tienen PP y PSOE en España gracias en parte a la esquizofrénica legislación electoral italiana.
Además de estos dos partidos, encontramos, dentro de la izquierda: Siniestra, Ecologia e Libertà (SEL), Partito Socialista Italiano, Moderati Centro-Sinistra, Rifundazione Comunista y algunos otros más pequeños.
En el centro, para estas elecciones encontramos la Lista Cívica con Monti, que si bien no es un partido, ya ha mostrado su deseo de convertirse en tal y ya se presentan a estas elecciones
En el espectro de la derecha los principales partidos son el Pdl -Popolo della Libertà, de Berlusconi- y la Liga Nord.
También aparece muy pujante un movimiento antipolítica y "anticasta" denominado Movimiento cinco estrellas que se sitúa nada menos que tercero en los sondeos

2. ¿Cómo y qué se vota?
En Italia, como en España, se vota a un partido político determinado, esto es, al PD, al PdL...En cambio, a la hora de proclamar vencedores se aglutinan en coaliciones. Así, a nivel estatal, votar al PD o a SEL es votar a la coalición de centro-sinistra pues ambos van juntos aunque se votan por separado.
En la derecha es el Pdl y la Liga Nord los que van juntos en su coalición de centro-derecha.
En el centro la lista ciudadana y cívica con Monti. La izquierda Rivoluzione Civile, y en el espectro antipolítica el movimiento cinco estrellas.

Italia es un país bicameral en el cual a ley electoral otorga automáticamente al partido que tenga la mayoría, el 55% de los diputados de la Cámara Baja, con el fin de garantizar la estabilidad. En cambio, en la Cámara Alta la elección se hace sobre base regional, de forma que quien gana una región determinada se lleva un gran número de senadores respecto al que queda en segundo puesto. Aquí es donde en mi opinión se encuentra el gran problema del sistema político italiano, ya que se puede dar que en una cámara haya una mayoría de un color político, y que la otra sea del contrario. Si a esto le unimos que ambas cámaras tienen el mismo poder, es decir, que tienen un sistema bicameral simétrico o perfecto, podemos encontrar la razón de la inestabilidad absoluta en la que se ha encontrado Italia en los últimos años.

En cuanto a la fecha de las elecciones, estas son el 24 y 25 de febrero, aquí se vota dos días, domingo y lunes, en el que si la memoria no e falla a las 15.00 cierran los colegios, por lo que sobre las 17.00 empezaremos a conocer los primeros resultados electorales.

3.Predicciones, pactos...
Entramos en el terreno más delicado para la Ciencia Política, el terreno de las predicciones. Siempre se nos acusa a los politólogos de no saber predecir los acontecimientos históricos más relevantes -véase la caída del Muro de Berlín, por ejemplo-. En España, los últimos sondeos electorales no han estado finos y no han sabido adelantarse al futuro. En Italia, los sondeos otorgan una victoria en votos al PD, y una victoria a la coalición de centro-izquierda, si bien es cierto que Berlusconi venía con una tendencia alcista y recortando puntos día tras día. En tercer lugar, tras la coalición de izquierdas primero y la de derechas segundo, viene el movimiento antipolítica 5 estrellas, seguida en cuarto lugar de la Lista Cívica de Monti y en quinto, los izquierdistas de Rifundazione Comunista.
Lo que marcan todos los sondeos es pues que la coalición de izquierdas será la vencedora en los comicios. No obstante, es muy posible que se dé la posibilidad de que en el Senado, recordemos, de elección regional, la victoria la obtenga el centro-derecha, lo que llevaría al país a prácticamente una situación de ingobernabilidad.
Ya se habla de pactos, y el que más suena es el de la coalición de centro-izquierda con la Lista Civica de Monti.
Lo que está claro es que habrá que hacer pactos, habrá que hacer equilibrios y posiblemente sea otra legislatura corta y avocada al fracaso. Ojalá me equivoque.

PD: perdón por el escaso contenido de la entrada, pero hoy es la primera clase que doy sobre política italiana y quería confeccionar esta "guía" antes de las elecciones por motivos obvios.

miércoles, 23 de enero de 2013

Tras 22 años de socialismo...

El 28 de Octubre de 1982, en un contexto convulso tras el frustrado golpe de Estado del año anterior, el PSOE, principal partido de la oposición en la recién nacida democracia española, se hacía con un resultado histórico, 202 diputados, es decir, una mayoría absoluta insólita, jamás obtenida por ningún partido en ningunas elecciones en España y la primera vez que un partido de izquierdas, el PSOE, iba a poder gobernar en solitario nuestra vieja nación. El éxito no se quedo en el 82; como ya sabéis, el PSOE se mantuvo en el poder hasta 1996, nada menos que 14 años en el Gobierno y teniendo el papel de partido hegemónico durante al menos 9 años. Tras dos derrotas electorales: la dulce (1996) y la amarga (2000), el PSOE volvería al Gobierno en 2004 y se mantendría en el poder hasta 2011, cuando avocado por la crisis económica el Gobierno Zapatero se vio obligado a convocar elecciones anticipadas. En total, 7 años más de gestión socialista que suman un total 22 años sobre los 37 de democracia que llevamos.

Es indudable decir que ha sido el PSOE el partido que ha construido la España moderna, europea y a la altura de otros países de nuestro entorno que ahora tenemos, pero también debemos reseñar que, tras 22 años de socialismo no se ha colmado todo aquello por lo que la ciudadanía en su inmensa mayoría dio su apoyo y celebró alborotada la victoria de Felipe en el 82.

Tras 22 años de socialismo no se ha creado entre la ciudadanía un espíritu crítico, una formación cívica que haga involucrarse a la ciudadanía en la vida política haciéndosela el centro del debate, creando redes de asociaciones, de participación política que hagan sentir al ciudadano que él es el protagonista de la democracia y que las decisiones de los gobiernos emanan del consenso y de la aportación de todos -quizá se hayan llevado a cabo ciertos experimentos a nivel local, véase los presupuestos participativos en algunas ciudades, si bien se ha criticado que de facto eran manejados por el partido en el poder de turno-. La afiliación política en España es escandalosamente baja, y eso se debe a la imagen que ofrecen los partidos políticos. Con un funcionamiento cerrado, anquilosado, sectario, dictatorial y mafioso la ciudadanía los percibe como algo ajeno a ellos, algo propio de los políticos y de gente con ambiciones no muy claras, y no como lo que son: instrumentos al servicio de la ciudadanía. Las instituciones, también con un funcionamiento no siempre lo claro que debía ser, han sido percibidos por la ciudadanía como algo lejano a ellos, donde no se iba a discutir sobre los intereses generales, sino sobre los intereses de lo que ya se conoce como "clase política". Todo esto, en época de bonanza económica puede pasar de largo, pero cuando nos enfrentamos a una crisis económica y financiera sin precedentes hace que ésta se convierta en una crisis política e institucional como ahora está ocurriendo en España.

Tras 22 años de socialismo no se ha luchado de la forma contundente con la que se debería luchar contra la corrupción. Siempre he dicho que la corrupción no es cosa de ideologías, de partidos o de políticos. La corrupción es un mal que afecta a todos los sectores y ámbitos de nuestro país: desde el particular que tiene diversas propiedades a nombres de sus primos, padres, etc, hasta el político que cobra comisiones ilegales, pasando por el autónomo que defrauda a hacienda. Es parte dirán algunos de nuestra cultura e idiosincrasia  mediterránea, y pude que así sea, por esta razón es más necesario que desde la política se dé ejemplo, que se legisle contundentemente contra la corrupción, persiguiendo sin vacilación el fraude fiscal, estableciendo penas ejemplares para los delitos de corrupción tipificados en nuestro Código Penal,  o denunciando y marginando a todo aquel que utilice su cargo para lucrarse personalmente. Además, esclareciendo las cuentas de los partidos políticos, auditadas y desglosadas para saber cuánto dinero público reciben y cómo y dónde lo gastan. Lo mismo que para los sueldos de los políticos.

Tras 22 años de socialismo no se ha producido una independencia absoluta y clara de los medios públicos de comunicación. RTVE estuvo al servicio de Felipe González en sus años de poder y también allí donde gobernaba el PSOE con sus teles autonómicas. Solo Zapatero se atrevió a hacer de la RTVE una televisión independiente, de calidad y para todos. Demostró que se podía, y que es lo que un socialista debe hacer. No me vale la excusa de que el PP lo hará siempre aunque el PSOE no lo haga y que es una herramienta tan fuerte de control ciudadano que el PSOE no puede quedar en esa posición de desventaja con respecto al PP. Con ese razonamiento de "lo hago por que el otro también lo hace" caemos en la sensación que hoy mucha ciudadanía, y sobre todo el potencial electorado del PSOE tiene, es decir, que PP y PSOE son iguales. Estoy convencido de que si el PSOE, como hizo con Zapatero hace de la RTVE una televisión independiente, con el paso de los años este modelo se consolidará, y la derecha lo asumirá como han acabado asumiendo muchas otras cosas que no le han gustado. Es el PSOE el partido al que le corresponde llevar la delantera en calidad democrática, como la ha llevado en cuestiones de derechos civiles y sociales, a los cuales el PP se ha ido sumando posteriormente.

Tras 22 años de socialismo no se ha despolitizado la justicia. Todos sabemos que la fiscalía es un cuerpo jerárquico y que finalmente, la última cabeza a la que se le hace caso es al Fiscal General del Estado, elegido por el Gobierno. Sería mejor que se eligiese por una mayoría alta del Congreso de los Diputados. Algunos dirán que eligiéndolo el Congreso tampoco se despolitiza, pero el Congreso es la representación de la voluntad de los españoles, creo que ayudaría en parte a reforzar la credibilidad y la independencia de la fiscalía.

Tras 22 años de socialismo la Iglesia Católica sigue teniendo unos privilegios desbordados. La financiación de la Iglesia se ha visto mejorada en los últimos gobiernos de Zapatero, en las escuelas públicas se sigue enseñando religión católica y esta institución está presente día a a día en nuestras vidas y en el devenir de nuestro país. La ley de libertad religiosa se dejó abandonada en un cajón, y con ellas, el ansia de millones de españoles progresistas que desean de una vez que España pase de ser un Estado aconfesional -como quizá correspondía en la época que se redactó la CE- a un Estado Laico. Me aventuro a decir que la sociedad española, si bien no ha dejado de ser católica si está preparada para tener un Estado Laico donde se respete la libertad individual de cada personas pero sus confesiones no tengan fuerza decisoria en los asuntos políticos ni se adoctrine a los niños desde los colegios del Estado en una creencia determinada.

Tras 22 años de socialismo el socialismo solo nos ha servido para amortiguar los terribles efectos de un capitalismo desbordado y la obtención y el reconocimiento de diversos derechos civiles y sociales, pero no se ha levantado la voz contra la construcción neoliberal de Europa. Este no es un problema del PSOE en particular, es un problema de la socialdemocracia europea general, que no solo no ha parado la construcción neoliberal de Europa, sino que ha ayudado en su construcción (porque la obsesión por la disciplina presupuestaria no es cosa de hoy, solo hay que echar un vistazo al Tratado de Maastrich, nada menos que de 1992...). En el terreno científico, literario y práctico el liberalismo le ha ganado la partida por goleada a la socialdemocracia, siendo en mi opinión superior la segunda a la primera.

Atajar todos estos problemas le hubiese supuesto muchos problemas al PSOE en algún tiempo, es evidente que manejar y tener el control de distintas cosas puede ser útil para mantenerse en el Gobierno, pero actualmente ya nada de eso vale. El PSOE debe elegir democracia antes que socialismo, porque sin la primera es imposible realizar el segundo, y en una época tan complicada la democracia está en peligro. Las instituciones democráticas están muy mal valoradas y según el CIS los políticos son el tercer problema para los españoles ¡el tercer problema! Son signos evidentes de una crisis política, institucional y democrática peligrosísima que puede derivar en apoyo a populismos sin sentido e ideas radicales y completamente antidemocráticas. La idea de "ya pasará la tormenta" "después de la tormenta siempre viene la calma" puede ser una idea excesivamente arriesgada para el PSOE, es cierto que la tormenta va a pasar, pero no lo es menos que hay tormentas que arrancan de cuajo casas que parecían bien amarradas al pavimento. El PSOE tiene que reaccionar, y lo tiene que hacer, principalmente desde dentro, cambiando el funcionamiento del mismo, abriéndose a la sociedad, primando la meritocracia de su militancia, apostando por un funcionamiento 100% democrático y transparente y después empezar a hacer las reformas valientes y arriesgadas que este país tanto necesita.