lunes, 28 de septiembre de 2009

1 mensaje nuevo: los chuches, como de costumbre, no han cambiado mi vida.

Iba a hacer una entrada cruel pensando en el de "los chuches", pero he pensado que vamos a hablar de las mensajes.

Tiene un mensaje nuevo, pero este tampoco va a ser un ángel que baje y con su gracia, te toque. Tampoco. ¿Para qué regresaste? ¿para qué regresaste? Si al lugar donde has sido feliz, no has de volver. Ahora, que las playas se han quedado sin mares, o los mares sin playas -más bien esto último- no nos quejamos de las chiringuitos en la arena. No, ahora hemos vuelto al lugar donde fuimos felices, donde se utilizan bonobús ¿un bonobús, eso qué es? Pero lo utilizamos para viajar, no para que nos regularicen.

Amor imposible,
Dolor previsible,
Sufrimiento insufrible,
Angustia invisible.

Amor inexistente,
Actitud impertinente,
Deseo insistente,
Locura permanente.

Y a mí, que me quieren, me dan y peor. Quiero tirar mi vida por la borda, quiero comprometerme, quiero compartir, quiero soñar, quiero volar, quiero ser mitad y mitad. Quiero ser dos almas unidas, en la razón perdidas. La llama rubia se consume, y por eso, quiero vivir, sin ti, vivir, que antes era como morir.

Yo ya me he cansado de vivir mi vida tal y como la conozco, así que algo empieza a cambiar. "En este momento te prometo, que en nuestro aniversario, aunque ya no nos veamos, iremos a bailar, para desafiar a todos los que dicen que no será posible amar después de amar"

"Para desafiar a todos los que piensan que no será posible volvernos a encontrar".

Alomejor no nos volvemos a encontrar, porque todavía no te he visto.

Otro día hablamos de Alemania...y de Portugal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario