martes, 30 de junio de 2009

Física o química: chapó.

El nacimiento de la televisión produjo una auténtica revolución, y no es para menos. La televisión es una herramienta cargada de futuro. La televisión nos forma opinión, nos manipula, nos engancha, nos muestra lo que existe y lo que no, de tal forma que lo que no sale en televisión ni siquiera existe. Es por esta razón, por la que muchos sectores de la sociedad reclaman una televisión de calidad, y no es para menos.

Por eso, me gustaría desde aquí dar una aplauso a una serie de televisión, en concreto a "Física o Química, muy fácilmente criticable desde muchos aspectos, y muchas críticas con razón. Pero no podemos obviar la impresionante labor que hacen en la normalización de la homosexualidad en las aulas. Los chavales heterosexuales que vean la serie, se acostumbrarán a ver a un homosexual en la escuela, que convive con sus compañeros, que tiene una familia normal, y que se enamora. Y los chavales homosexuales, que viven su dolor en silencio, se darán cuenta de que no son los únicos que están pasando por ese trago, de que hay mucha más gente como ellos, y de que son tan normales como el resto.

Me parece muy acertado el lema que se ha utilizado para el orgullo este año: "a la escuela sin armarios". La educación es clave, es el punto de partida, a apartir de ahí nacerán las sociedades futuras, y es muy necesaria tener sociedades que respeten y que toleren.

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