jueves, 12 de noviembre de 2009

Fracaso de la socialdemocracia europea.

Últimamente han acaecido hechos en el mundo político que muestran como la socialdemocracia, a día de hoy, está en un punto muerto, está tocada y hundida. Esos hechos a los que me estoy refiriendo son en particual las elecciones alemanas del 27 de septiembre del presente año, y las elecciones europeas, del 7 de junio también de este año. En las elecciones alemanas, el SPD, histórico partido socialdemócrata alemán, obtuvo el peor resultado de su historia, con 146 escaños -de 614-, perdiendo 74 respecto a la anterior convocatoria. En cuanto a las elecciones europeas, más de los mismo, los partidos socialdemócratas solo se pudieron imponer en un par de países, algo verdaderamente ridículo.
Y para más INRI, este fracaso estrepitoso de la socialdemocracia se da en un contexto de brutal crisis del capitalismo y de las tesis neoliberales. En una situación donde las empresas privadas van llorando al estado, y hasta en Estados Unidos se nacionalizan bancos, la socialdemocracia está muerta. Ni siquiera en aquellos países donde además de la crisis que vive el neoliberalismo, este es gobernado por liberales, la socialdemocracia ha sabido ganarse al electorado. ¿Qué está pasando?

Es cierto que ahora estamos en una crisis brutal, que no se recordaba en décadas en este mundo, pero también es cierto que lo que ha precedido a esta crisis han sido momentos de bonanza económica impresionante. Todo parecía marchar según lo previsto, el libre mercado y el capitalismo era lo mejor que le había pasado a la humanidad en mucho tiempo, se creaban puestos de trabajo, se crecía a un ritmo vertiginoso y todos parecíamos subidos en el dólar. En España esto se vio de forma más clara, con un crecimiento económico que superaba con creces al de los demás países europeos, y con una tasa de empleo nunca vista antes.
Ante esta situación "maravillosa", la socialdemocracia no hizo otra cosa que subirse al carro de la bonanza. El capitalismo estaba bien, aunque el estado debería intervenir -poquito eso sí- para regular las desigualdades, pero en definitiva, todo era maravilloso. Los socialdemócratas abandonaron su discruso clásico, y abandonaron en parte, las políticas clásicas y los ideales que han venido siendo seña de identidad de este socialismo democrático. En parte, no los culpo del todo, pues veo difícil que alguien defienda unas tesis contrarias a las dominantes, cuando las dominantes funcionan como un tiro. Pero sí hay que decir que la socialdemocracia no tuvo altura de miras, no supo ver más allá de la propia nariz del capitalismo, no fue inteligente, y no analizó la siuación a largo plazo. La socialdemocracia vendió su alma, y quien vende su alma está condenado al fracaso.
Y por si esto fuera poco, por si todo lo que hemos visto anteriormente no bastara nos encontramos con que los principales partidos socialistas de europa, no tienen liderazgo alguno, están avocados a sus luchas interrnas, no tienen un proyecto político serio, y no ofrecen absolutamente nada a la ciudadanía. Además, sus electores habituales están confusos, porque en cierta manera, los socialdemócratas les han abandonado, abrazando las tesis más liberales. Ante esta situación, el electorado progresista, la clase trabajadora, busca refugio en partidos que ocupen de forma clara y sin miedo, el espacio que abandonó la socialdemocracia europea, véase el caso de Die Linke en Alemania, y su espectacular aumento en los últimos comicios germanos.

En España, el fenómeno analizado anteriormente no se da del todo. Si bien es cierto que el PSOE le reía las gracias al neoliberalismo cuando crecíamos al 3 y pico%, con la llegada de la crisis, los socialistas españoles se han dado cuenta del monstruo al que tenían delante y han reculado a tiempo. Han llevado a cabo políticas keynesianas y se han volcado en la protección de aquellos a los que más sufren la crisis, que no son otros que los menos poderosos. Se puede decir, que el PSOE no ha abandonado del todo a sus elecotres tradicionales como sí ha podido pasar en Europa. Aunque es cierto que este no abandodo de su electorado clásico se ha dado por manifestaciones demagógicas, y declaraciones que rozaban lo políticamante permitido, mientras que a la hora de la verdad, nos han colado ciertas políticas que merman y no favorecen a su espacio electoral.
Además, otro factor más que puede darse en España, en relación al no hundimiento de la socialdemocracia, es la nula oposición por la izquierda que esta tiene. Izquierda Unida, está mas pendiente de resolver sus luchas internas, de saber cómo se llaman y quiénes son, que de plantear una alternativa real, en definitiva no tienen guión.

En conclusión, no se puede entender un mundo y menos una Europa sin socialdemocracia. Por tanto, los partidos socialistas deben hacer una profunda reflexión sobre sus actitudes, sobre sus políticas y sobre sus comportamientos. Deben de ponerse a trabajar ya por recuperar al electorado perdido, y lo deben hacer ofreciendo eso, socialdemocracia de verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario