domingo, 8 de noviembre de 2009

En las alturas se ve todo borroso.

Llevo a mis espaldas tantas noches.

La introducción no lleva al mismo desenlance, y desde luego el nudo no es igual en todas estas situaciones, donde nuestra estrella favorita está cansada de darnos un nuevo día, y se va a dormir. En todas estas noches no he encontrado nada, quizá ser el que levante a la gente, quizá ser más bonito que ninguno, quizá alegrar más de una vista. Y ahora, que me toca a mí, quizá olvidarme de que nunca encuentro nada, olvidarme de quién soy, de qué hago, de cómo soy.
¿De qué me sirve ser la estrella de la noche, si no tengo mi universo?

Dime donde estás que te quiero ver y dejar pasar esta mala hora, en esta ciudad de segundos interminables, de horas instantaneas, de promesas que no se cumplen, aquí, jugando a tener el mundo en contra mía, queriendo vivir para siempre a mi aire, aire irrespirable si no estás tú...

"Protegerte de noche a los pies de tu cama, descifrar el sentido de tus sueños y quedarme los besos que se escapan cada vez que respiras, cada vez que dormido, me hablas."

Un principio, un nudo y un desenlace. Una historia de dos protagonistas, cuatro letras e infinitos sentimientos, pero ¡cómo? si no me atrevo, si no hago nada, y cuando bebo digo que me importa(s) menos, que no hay tema.

.....................................................................................

Esta luz, este fuego que devora.
Este paisaje gris que me rodea.
Este dolor por una sola idea.
Esta angustia de cielo, mundo y hora.

Este llanto de sangre que decora
lira sin pulso ya, lúbrica tea.
Este peso del mar que me golpea.
Este alacrán que por mi pecho mora.

Son guirnalda de amor, cama de herido,
donde sin sueño, sueño tu presencia
entre las ruinas de mi pecho hundido.

Y aunque busco la cumbre de prudencia
me da tu corazón valle tendido
con cicuta y pasión de amarga ciencia.

-Federico García Lorca- "Sonetos del amor oscuro."

No hay comentarios:

Publicar un comentario