viernes, 31 de julio de 2009

1992

Aunque solo sea por vicio, puro vicio. Porque por amor lo veo algo imposible, aunque nunca digas nunca...

Será que busco gente diferente, aunque quizá el diferente sea yo, pero vamos, que te pago siete cubatas si como mínimo el 15% de la gente del pub conoce el significado de la palabra endogámico. En mi opinión, es imprescindible saber un rasgo muy característico del sitio en el que pierdes la poca dignidad que atesoras. Aunque a veces es muy positivo, y hasta necesario perder la dignidad por los antros más pestilentes de cualquier ciudad del mundo. Si el nombre de esa ciudad empieza por Ma y acaba por drid, posiblemente estés en el lugar perfecto, a la hora indicada.

Es bueno que de vez en cuando alguien mayor que tú te enseñe algo, pero que divertido es enseñar de vez en cuando, aunque en ocasiones te encuentras con menores que tú, que te enseñan a ti, pero vamos, que a mí cuando se me mete algo entre ceja y ceja...el tiempo pasa y me olvido de todo.

Alguien me dijo una vez que mi soberbia levantaba como mínimo dos palmos más que yo, tampoco es mucho mérito, pues todo el que me conozca sabrá que altura, precisamente, no me sobra, otras cosas sí, pero altura no. Pues de esto, sacamos las sonrisas ligeras.

"Primera parte: la vida de un estudiante en Madrid".
-Bueno, yo me voy a casa-dijo Hurtado
-¿Dónde vives?-le preguntó Aracil
-En la calle de Atocha
-Pus los tres vivimos cerca.
Fueron juntos a la plaza de Antón Martín y allí se separaron con muy poca afabilidad.

"Los estudiantes"
En esta época era todavía Madrid una de las pocas ciudades que conservaba el espíritu romántico. (...)
El estudiante madrileño, sobre todo el venido de provincias, llegaba a la corte con un espíritu donjuanesco, con la idea de divertirse, jugar, perseguir a las mujeres, pensando, como decía el profesor de Química con su solemnidad habitual, quemarse pronto en un ambiente oxigenado.

"El árbol de la ciencia" Pío Baroja. Capítulo I y II

Tellagorri
Galchagorri
Ongui etorri
Onera
Ostutzale
Erantzale
Nescatzale
Zu cera

"Zalacaín el aventurero" Pío Baroja. Capítulo I

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