domingo, 18 de abril de 2010

El Romanticismo

Al volver a encontrarse ni siquiera iban a cercarse, el roce del uno con el otro parecía abrasarles, tan solo intercambiaron miradas furtivas, que, quizá, dijesen mucho más que una conversación con millones de palabras.

Algún alborotado hombre nombraba el Romanticismo, el amor. Entonces a aquel joven se le abrían los ojos, pero sobre todo los oídos. Una especie de dulzura recorrío todo su cuerpo al comprobar que sus dos máximas pasiones se entremezcaban. De un lado, la participación ciudadana, la participación política, de otro, el movmiento Romántico, el amor, los Bécquer, los Cernuda. Esta sensacón ya la había descubierto al leer a Fourier, la de mezclar política con amor, razón con pasión.

Él siempre creyó que este mundo no estaba hecho para él, por eso intentaba mitigar la realidad con ginebra, y, caída media botella, todo era más dulce, más tierno, más apacible. Pero a la vez más trágico, más melancólico, más funesto. Siempre pensó que la soledad era una buena compañera de viaje, agradable, cómoda, simpática, divertida. Sin embargo, un día soledad se calló, ya no era la misma, estaba triste, decaída, vacía. Fue entonces cuando él decidió que su gran compañera y él debían seguir caminos separados, pero los lazos que les unían eran demasiado fuertes.

El ver como unas cuantas piernas golpeaban un esférico, le hacía olvidarse durante un tiempo de su ahora amarga amiga.

Necesito una mirada que me calme,
una mano que me coja,
un susurro que me agrade,
un silencio que me hable.

3 comentarios:

  1. Quien no conozca a este Félix... no sabe lo que se está perdiendo. Tengo la gran suerte de poder conocerte, creo, en casi todas tus facetas: en la política, la de la amistad, el compañerismo, Socialismo Afectivo, en la de ser un cafre, incluso, en la de ser un poeta.

    Las apariencias engañan, y esta parte, la de poeta, es la que pocos tenemos la suerte de poder conocer.

    Tras haber leído lo que has escrito, me he percatado de algo, pero es algo, que queda entre tu y yo, porque no hace falta que lo diga públicamente. Podría apuntarme al tanto de decir que todo eso que escribes, es algo que probablemente también haya sentido yo...

    En definitiva, decirte que te quiero, es poco. Cada día esa palabra te queda más pequeña!

    Un besazo enorme! y recuerda... "Nos vemos pronto, como no, en Madrid" =)

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  2. Las apariencias engañan, y creo que no todos tienen la suerte de conocer esta parte de ti que te hace ser tan diferente a ese Félix "cafre" que todos conocemos y que tantas carcajadas nos arranca.

    Tienes la suerte de tener un don: el don de la palabra. Sales a un atril sin haberte preparado nada, y eres capaz de que todo un paraninfo lleno de gente te aplauda. Te haces con el público, eres un grande.

    Podría apuntarme al tanto de decir que todo lo que has escrito ahí arriba, es algo por lo que he podido pasar, pero no lo voy a hacer, prefiero que quede entre nosotros.

    Haciendo alarde del Socialismo Afectivo que nos caracteriza, te diré que la palabra "Te quiero" se me queda corta cuando tengo que dirigirme a ti... si es que, llegas al corazón de la gente!!

    Nos vemos pronto ¿no? y creo que será de nuevo en Madrid.

    Un besazo enorme! "personaje" =)

    Pdta: Pablo Neruda, Luis Cernuda, Lorca, Miguel Hernández... todos estarían tremendamente orgullosos de formar parte de tu equipo, no lo dudo. ¡Eres un poeta en toda regla compañero!

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  3. Me ha encantado esta entrada, de verdad.

    Has descrito a la perfección como nos sentimos la mayoría de los presentes en aquella sala cuando el señor de los pelos rizados como una mujer demostró tener más cojones que todos esos machitos que presumen y alardean de su hombría denigrando y minusvalorando a otros colectivos.

    Genial, en serio.

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